El Día de Muertos es una invitación a las almas de nuestros difuntos a visitarnos y estar cerca, es una fecha para celebrar la vida y la oportunidad para valorar los pequeños momentos junto a nuestros familiares y amigos.
El Día de muertos es, sin dudas, una de las fechas más importantes dentro de la cultura mexicana; es el momento ideal para el encuentro de dos mundos, para recordar y estar cerca de aquellos seres queridos que ya partieron. Se trata de una celebración a la vida de nuestros familiares y amigos fallecidos, donde recordamos experiencias que pasaron con nosotros, sus comidas y bebidas favoritas; es una invitación a las almas de nuestros difuntos a visitarnos y estar cerca.
A lo largo de la historia, el culto a los muertos se ha manifestado en diferentes culturas; a través de la visión e iconografía sobre la muerte, se ha buscado encontrarle un sentido a la vida y a la muerte. En México tienen un tinte especial, debido a sus características como el sentido solemne, festivo y religioso que se le ha dado a este culto; la diversidad de visiones relacionadas con la vida y la muerte nos otorgan riqueza y representan una herencia cultural que conforma parte de nuestra identidad.
Debido a la importancia que cobra esta fecha, a partir del 7 de noviembre de 2003, la UNESCO (Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura) incluyó la festividad dedicada a los muertos en México, a la lista del Patrimonio Oral e Inmaterial de la Humanidad, con el objetivo de crear conciencia sobre su valor y prevalencia.
Esta fiesta dedicada a Todos los Santos y los Fieles Difuntos, es la oportunidad ideal para que surjan diferentes expresiones artísticas y culturales; el altar es uno de los elementos fundamentales y una representación iconoplástica de la visión de todo un pueblo sobre la muerte; los deudos tienen la creencia de que el espíritu de sus difuntos regresa del mundo de los muertos para convivir con la familia, y así consolarlos por su partida, de ahí que las ofrendas contengan elementos que en vida gozaba la persona a la que se le dedica la ofrenda.
Entre los elementos más representativos de los altares de muerto destacan, las imágenes de los difuntos, una cruz de sal o de ceniza, el copal o incienso, mantel blanco, un arco, papel picado, velas, flores, agua, calaveras, el pan de muerto y, por supuesto, las comidas, bebidas y objetos preferidos de los difuntos. Cada uno de los elementos tiene un significado especial, encaminado a acompañar y guiar a los espíritus, iluminar y purificar su camino desde el mundo de los muertos hasta nuestro mundo terrenal para convivir con nosotros este día.
En Hogar Emaús, recibimos a cientos de personas que, debido a necesidades médicas tienen que llegar hasta nuestro hogar, ellos nos tocan el corazón y nos enseñan día con día parte del significado de la vida, nos ayudan a ser más agradecidos y valorar cada momento en este mundo. Lamentablemente, algunos de nuestros huéspedes han perdido la batalla ante sus enfermedades, por eso, este día tan importante, nos unimos a la pena de sus familiares y les dedicamos un pequeño pero significativo altar, con el fin de recordarlos y alzar una oración en su nombre.
Este año, dedicamos nuestros altares al Señor José Manuel Rico (+ 15 de enero de 2021) y a José Daniel Silva (+ 20 de marzo de 2021), un par de huéspedes muy especiales para nuestra fundación que lucharon con fuerza ante la adversidad de encontrarse enfermos, esperamos que encuentren el descanso eterno.
Comments